viernes, 27 de diciembre de 2019

La oposición de Jannes y Jambres



La oposición de Jannes y Jambres
Basado en 2Ti_3:1-9 y en Éxo_7:12, Éxo_7:22 y Éxo_8:7

Debemos considerar ahora, en segundo lugar, la oposición de "Jannes y Jambres", los encantadores de Egipto. Nunca hubiésemos conocido los nombres de esos dos antagonistas de la verdad de Dios, si el Espíritu Santo no los hubiese nombrado en relación con los "tiempos peligrosos" sobre los cuales el apóstol Pablo advierte a su hijo Timoteo. Es de suma importancia que el lector cristiano comprenda bien el verdadero carácter de la resistencia que esos encantadores opusieron a Moisés; y con el fin de darle una vista completa del asunto, citaremos todo el pasaje de la epístola de Pablo a Timoteo, pasaje profundamente importante y solemne.
"Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad, sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios; teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella; y a éstos evita. Porque de éstos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias; que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Jannes y Jambres resistieron a Moisés, así también estos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos acerca de la fe. Mas no prevalecerán; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquellos". (2Ti_3:1-9).
El carácter especial de esta resistencia a la verdad es un asunto particularmente importante. La oposición que "Jannes y Jambres" hicieron a Moisés consistía simplemente en imitar, hasta donde les fue posible, las señales que éste hacia. No vemos que atribuyesen a un poder engañador o maligno las señales de Moisés, sino más bien procuraron neutralizar sus efectos sobre la conciencia, haciendo ellos las mismas cosas. Lo que Moisés hacía, también ellos podían hacer, de manera que después de todo, no había una gran diferencia entre ellos. Lo mismo valía el uno que los otros. Un milagro es un milagro. Si Moisés obraba milagros para sacar al pueblo de Egipto, ellos podían obrarlos para hacerlo quedar en el país. ¿Dónde estaba pues la diferencia?
De todo esto aprendemos que la resistencia más diabólica al testimonio de Dios en el mundo viene de aquellos que, si bien imitan los efectos de la verdad, no tienen más que la "apariencia de piedad", negando "la eficacia de ella". (2Ti_3:5). Esas gentes pueden hacer las mismas cosas, adoptar las mismas costumbres, y las mismas formas, emplear el mismo lenguaje, y profesar las mismas opiniones que los creyentes. Si el cristiano verdadero, constreñido por el amor de Cristo, da de comer al que tiene hambre; da vestido al desnudo; visita los enfermos; esparce las Escrituras; distribuye tratados; ora, canta, defiende y predica el Evangelio, el formalista puede hacer otro tanto; y estemos alerta, porque este es el carácter especial de la resistencia opuesta a la verdad "en los últimos tiempos"; este es el espíritu de Jannes y Jambres. ¡Cuán necesario nos es comprender esta importante verdad! ¡Cuánto importa recordar que "de la manera que Jannes y Jambres resistieron a Moisés, así" esos hipócritas amadores de sí mismos, del mundo y de los placeres, "resisten a la verdad"! Ellos no quisieran vivir sin tener una "apariencia de piedad", pero aunque adoptan la apariencia porque ha entrado a formar parte de las costumbres, aborrecen "la eficacia" de ella, porque esto significa el renunciamiento de sí mismo. "La eficacia" de la piedad implica el reconocimiento de los derechos de Dios, el establecimiento de su reino en el corazón, y como consecuencia, la manifestación de estas cosas en el carácter y la vida entera; pero el formalista ignora todo esto. "La eficacia" de la piedad nunca podrá estar de acuerdo con ninguno de estos caracteres horribles que nos señala el pasaje de la epístola a Timoteo citado más arriba; pero "la apariencia", encubriéndoles, les permite vivir sin someterse, y esto es lo que causa el placer del formalista hipócrita. El no se cuida de subyugar sus tentaciones, de interrumpir sus placeres, de dominar sus pasiones, de poner en regla sus afectos, de que su corazón sea purificado. Solamente necesita la indispensable cantidad de religión para poder sacar el mejor partido posible de la vida presente y del mundo venidero. No sabe lo que significa abandonar el mundo presente, porque se ha hallado "la vida venidera".
Considerando las diversas formas de la oposición de Satanás a la verdad de Dios, vemos que su sistema ha sido siempre de resistir a esta verdad; en primer lugar, por la violencia, atacándola abiertamente, y luego, cuando este medio le ha fallado, procurando desacreditarla por medio de una falsificación. Así procura en primer lugar de hacer morir a Moisés (Cap. Éxo_2:15), y no pudiendo llevar a cabo su propósito, ensaya de imitar sus obras.
Lo mismo ha sido en cuanto a la verdad confiada a la Iglesia de Dios. Los primeros esfuerzos de Satanás se manifestaron por la ira de los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, por los tribunales, por la cárcel y la espada. Pero en el pasaje de la segunda epístola a Timoteo, no se hace mención de tales procedimientos. El ataque frente a frente ha sido reemplazado por el medio mucho más sutil y más peligroso de una profesión vana, de una apariencia sin poder, de una falsificación humana. El Enemigo en lugar de presentarse con la espada de la persecución en la mano, se pasea cubierto con el manto de la religión, profesando e imitando aquello mismo que en otro tiempo combatió y persiguió; y por este medio obtiene por ahora ventajas inmensas. Las formas horribles que el mal moral ha revestido, y que de siglo en siglo han manchado las páginas de la historia de la humanidad, en lugar de hallarse en aquellos sitios donde naturalmente podrían buscarse, en los antros de las tinieblas humanas, se hallan ahora cuidadosamente ocultas bajo los pliegues del manto de una religiosidad fría e impotente, lo cual constituye una de las obras maestras del Diablo.
Es natural que el hombre, como ser caído y corrompido que es, sea egoísta, avaro, vanidoso, altivo, amigo de los deleites más que de Dios, pero que sea todo esto bajo la forma hermosa de la "apariencia de piedad", denota la energía especial de Satanás empleada en su resistencia a la verdad "en los postreros días". Nada tiene de extraño que el hombre mundano manifieste abiertamente esos vicios, concupiscencias y pasiones repugnantes, que son el resultado forzoso de su alejamiento de la fuente de santidad y de pureza, y es natural que así sea, porque el hombre será siempre lo que ha sido hasta el fin de su historia. Pero, por otro lado, cuando se ve asociado el santo nombre del Señor Jesús con la perversidad y maldad implacable del hombre; cuando los principios santos se ven unidos con prácticas impías; cuando se ven todas aquellas cosas que caracterizan la corrupción de los gentiles, tal como nos las describe el primer capitulo de Romanos, cubiertas con la "apariencia de piedad", entonces en verdad puede decirse: he aquí el carácter horrible de "los postreros días", la resistencia de "Jannes y Jambres".
Sin embargo, los encantadores de Egipto sólo pudieron imitar en tres cosas a los siervos del Dios vivo y verdadero: cambiaron sus varas en serpientes (Cap. Éxo_7:12); transformaron el agua en sangre (Cap. Éxo_7:22); e hicieron subir las ranas sobre el país (Cap. Éxo_8:7); pero en cuanto a la cuarta señal que requería la potencia creadora, que significaba la manifestación de la vida, unida a una prueba evidente del estado de humillación de la naturaleza, se vieron confundidos y obligados a exclamar: "Dedo de Dios es este". (Cap. Éxo_8:16-19). Lo mismo sucede con los que resisten a la verdad en los postreros días. Todo lo que hacen, es hecho según la potencia directa de Satanás, y por lo tanto, dentro de los límites de su poder. Y su fin esencial no es otro que el de "resistir a la verdad".
Las tres cosas que "Jannes y Jambres" tuvieron el poder de ejecutar, se caracterizan por la potencia satánica, la muerte y la impureza, a saber: las serpientes, la sangre y las ranas. Por estos medios "resistieron a Moisés", y "así también éstos resisten a la verdad", e impiden su acción moral sobre la conciencia. Nada contribuye más a debilitar el poder de la verdad, como el ver ciertas personas que se hallan completamente fuera de su influencia, hacer exactamente las mismas cosas que aquellos que son guiados por ella. Así obra el Diablo en el momento actual. El procura que todos los hombres sean considerados como cristianos. El quisiera hacernos creer que estamos rodeados de un "mundo cristiano", pero el pretendido "mundo cristiano" no es más que una cristiandad falsificada, que lejos de rendir testimonio a la verdad, está aquí, según los designios del Enemigo, para oponerse a la influencia de la verdad que santifica y purifica los corazones.
En una palabra, el siervo de Cristo, el testigo de la verdad de Dios, se halla rodeado por todas partes del espíritu de "Jannes y Jambres"; y es conveniente que lo recuerde, conociendo a fondo el mal contra el cual debe luchar; que no olvide que el mundo que le rodea es una imitación diabólica de la obra de Dios, no producida, por la varita mágica de un encantador abiertamente hostil y malo, sino por la acción de falsos religiosos, teniendo "apariencia de piedad", mas habiendo negado la "eficacia de ella"; gentes que hacen obras, al parecer buenas y justas, pero que no tienen la vida de Cristo en sus almas, ni el amor de Dios en sus corazones, ni tampoco la potencia de la palabra de Dios en sus conciencias.
"Mas no prevalecerán", añade el apóstol, "porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fué la de aquellos". En efecto, la "insensatez de Jannes y Jambres" fué manifiesta a todos, cuando no solamente se vieron impotentes para continuar imitando los milagros de Moisés y Aarón, sino que de hecho, fueron envueltos en los juicios de Dios lo mismo que los demás Egipcios. Este hecho es muy importante. La insensatez de todos aquellos que no poseen más que la apariencia será igualmente manifestada. No solamente serán incapaces de imitar del todo los efectos de la vida y de la potencia divina, sino que vendrán a ser el objeto de los juicios que resultarán de la resistencia a esta verdad, rechazada por ellos mismos.
¿Se dirá que todo esto no encierra grandes enseñanzas para un tiempo, como el nuestro, de tanta apariencia sin eficacia? Ciertamente que no; y estos ejemplos deberían influir sobre toda conciencia como potencia de vida, hablar a todos los corazones con acentos solemnes y penetrantes, para llevarnos a cada uno de nosotros a examinarnos seriamente y darnos cuenta de si realmente rendimos testimonio a la verdad viviendo según la eficacia de la piedad, o si somos un obstáculo a ella, neutralizando sus efectos y no teniendo más que su apariencia. Los efectos de la potencia de la verdad se mostrarán en que nosotros persistimos en las cosas que hemos aprendido. (2Ti_3:14). Sólo aquellos que han sido enseñados de Dios podrán persistir; los que por la virtud del Espíritu de Dios han bebido del agua de la vida, en la fuente pura de la inspiración divina.
Pero gracias sean dadas a Dios, en las numerosas fracciones de la Iglesia se halla un gran número de tales personas. Aquí y allá, hay algunos cuyas conciencias han sido lavadas en la sangre expiatoria del "Cordero de Dios" (Jua_1:29); los corazones de los cuales son penetrados por un verdadero afecto a la persona del Señor Jesús, gozándose en sus espíritus en la gloriosa esperanza de verle "tal como es", y ser hechos semejantes a su imagen para siempre. Pensando en éstos, se anima el corazón. Es un gozo indecible el poder tener comunión con aquellos que pueden dar razón de su esperanza, y de la posición que ocupan como hijos de Dios. ¡Que el Señor aumente de día en día el número de los verdaderos creyentes, y que la eficacia de la piedad sea esparcida en estos últimos tiempos, para que se rinda un brillante testimonio al nombre de Aquél que es digno de ser ensalzado!.
Tomado de “Estudios sobre el Éxodo” de C.H.Mackintosh.

lunes, 4 de noviembre de 2019

INTERPRETACIÓN DE LA PARÁBOLA DE LUCAS 13:6-9 (comentario bíblico Beacon).


INTERPRETACIÓN DE LA PARÁBOLA DE LUCAS 13:6-9 (comentario bíblico Beacon).

Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después”.
(Luc 13:6-9 RV1960).









Veamos el Comentario Beacon y su maravillosa explicación:

Tenía un hombre una higuera plantada en su viña (Luc_13:6). Era la costumbre en la antigua Palestina, y también en nuestros días, que la gente plantara higueras y otros árboles en sus viñas. [[Véase Geldenhuys, Op. cit., p. 372; también Spence, Op. cit., II, 2.]] Era una manera de utilizar cada porción de tierra disponible. La higuera aquí como en otras partes en el simbolismo bíblico, se refiere a Israel”.

(Comentario personal: ver ejemplos de la higuera y su similitud con Israel en Os 9,10; Miq 7,1; Jer 8,13. La higuera, junto con la parra y el olivo son los tres árboles más celebrados en la Biblia. La higuera, que solía plantarse en las viñas, se da muy fácilmente; es muy extraño que una higuera no dé higos; a una higuera así, Jesús la maldijo, y se "secó instantáneamente" (Mt 21,19; Mc 11,13).

“El orgullo racial y nacionalista de los judíos no les permitía pensar en nada menos que eran el pueblo elegido por Dios; la única nación que pertenecía directamente al dominio de Dios. Por lo tanto, el empleo de higuera en la viña para representar a Israel es sumamente interesante. Esta figura parece representar a los judíos como ocupando solamente un rincón de la gran viña de Dios en el mundo”.

Y vino a buscar fruto en ella y no lo halló. Aunque la higuera estaba en un viñedo, tenía un solo propósito: llevar fruto; e Israel tenía una única razón para ocupar el primer lugar o cualquier puesto: era cumplir con la misión encomendada por Dios. Puesto que la higuera era estéril, no tenía derecho de existir; y como Israel se había negado a cumplir con la misión divinamente señalada, no tenía derecho a subsistir.

Y dijo al viñador (Luc_13:7). El propietario de la viña en la parábola representa a Dios el Padre; el viñador, a Cristo o al Espíritu Santo. El viñador es el hombre que se ocupa de podar los viñedos y cuidarlos.

He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala. Algunos han procurado dar a “tres” un significado en este lugar, algún significado especialmente espiritual o místico. En relación con (1) la ley, (2) los profetas, o (3) Cristo. Otros encuentran una alusión a los tres años del ministerio de Cristo. Parece mucho más prudente no tratar de dar esos sentidos forzados. El número es simplemente un detalle literal en una parábola y significa la amplia oportunidad dada al árbol para llevar fruto. De modo que se dio la orden de derribarla.

¿Para qué inutiliza también la tierra? Literalmente, “¿Por qué hacer que la tierra no rinda?” Para el dueño de la viña, el caso era sencillo: Tenía que producir fruto. Al no darlo, si se dejaba, desperdiciaba buena tierra.

El dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone (Luc_13:8). El viñador está pidiendo misericordia para la higuera, pero no por razones sentimentales. Un árbol que no producía era tan inútil para él como para el dueño de la viña. El está pidiendo una prórroga, con la esperanza de que más cultivo y fertilizante estimularían su producción de fruto.

Bajo el velo de esta parábola, Jesús está expresando su voluntad de invertir labor adicional en Israel con el fin de estimular su fruto—restaurar a su pueblo a su antiguo lugar de pueblo especial de Dios—y poder evitarle la catástrofe que de otra manera iba a ser inevitable.

Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después (Luc_13:9). El éxito bien valía el esfuerzo, pero era su última vez. Todos sabemos que Israel no aprovechó esta última oportunidad y que la predicción del Maestro de una catástrofe nacional fue gráficamente cumplida.

Aunque esta parábola estaba especialmente dirigida a los judíos como raza y como nación, es una solemne amonestación que a todos nos conviene considerar seriamente. O el camino de Dios, o ninguno. Debemos cumplir con el lugar que Dios nos ha ordenado o perder el derecho a cualquier lugar. Esto, como se ha demostrado en los pasajes previos, exige arrepentimiento y la salvación que sólo Cristo puede dar.

Matthew Henry trata esta parábola bajo tres encabezados: (1) Ventajas que tenía la higuera—plantada en su viña (el mejor terreno); (2) Lo que su dueño esperaba de ella—vino a buscar fruto en ella; (3) El desengaño de su expectativa—y no lo halló.

Comentario personal: pienso que esta parábola, corta en relación con otras más extensas, es una de las mas profundas y ricas en contenido que se tengan de nuestro Señor Jesucristo. Tiene dos implicaciones; para las naciones (caso de Israel) y para almas (individualmente). Nos anima a despertar a todos los que disfrutan los medios de gracia, y los privilegios de la iglesia visible. Cuando Dios haya soportado por mucho tiempo, podemos esperar que nos tolere un poco más, pero no podemos tener la esperanza de que siempre soportará. La perdición final de los tales que se hallen sin fruto, después de los límites de una paciencia razonable, será preeminente y confesadamente justa. (Pro_1:24-31; Eze_24:13).

Edwing Piñango 03/11/2019 Caracas, Venezuela.

jueves, 26 de septiembre de 2019

EL ENIGMA DE ESTER 9:7-9 Y LA PROFECÍA CUMPLIDA (OBSERVACIÓN DE LA GEMATRÍA HEBREA)


EL ENIGMA  DE ESTER 9:7-9 Y LA PROFECÍA CUMPLIDA (OBSERVACIÓN DE LA GEMATRIA HEBREA)

Mataron entonces a Parsandata, Dalfón, Aspata, Porata, Adalía, Aridata, Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata, diez hijos de Amán hijo de Hamedata, enemigo de los judíos; pero no tocaron sus bienes”. (Est 9:7-10 RV1960).

El TM presenta los nombres de los diez hijos de Amán en un formato particular, y así está reproducido en todo mss. hebreo. La Massorah prescribe que estos nombres sean escritos en una columna perpendicular al margen derecho, con la conjunción vav en el izquierdo. Según el Comentario de Soncino (Cinco Meguillot, p. 179), esta característica deriva del recuento histórico que estos personajes fueron ahorcados en patíbulos suficientemente altos como para quedar uno debajo del otro.



Sin embargo, otras razones pueden aludirse para esta peculiaridad. Las letras tav (ת), shin (ש), y zayin (ז) que integran el primero, el séptimo y el décimo nombre de los hijos de Amán, respectivamente, aparecen con un formato más pequeño. A su vez, el décimo nombre comienza con una vav (ו) elongada. Ahora bien, según su valor numérico (gematría) aplicado al calendario hebreo, es posible inferir que las letras pequeñas (tav 400 + shin 300 + zayin 7 = 707) representan siglos, décadas y años, mientras que la vav más larga destaca milenios (vav = 6), para marcar así el año 707 del sexto milenio, es decir el 5707, correspondiente a 1946 del calendario gregoriano. Este particular año registra un acontecimiento histórico significativo, que arroja luz sobre uno de los pasajes más discutidos de la Escritura (Est_9:11-14), texto que a través de los siglos ha movido a perplejidad y distorsión interpretativa.

“El mismo día se le dio cuenta al rey acerca del número de los muertos en Susa, residencia real. Y dijo el rey a la reina Ester: En Susa capital del reino los judíos han matado a quinientos hombres, y a diez hijos de Amán. ¿Qué habrán hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál, pues, es tu petición? y te será concedida; ¿o qué más es tu demanda? y será hecha. Y respondió Ester: Si place al rey, concédase también mañana a los judíos en Susa, que hagan conforme a la ley de hoy; y que cuelguen en la horca a los diez hijos de Amán. Y mandó el rey que se hiciese así. Se dio la orden en Susa, y colgaron a los diez hijos de Amán”. (Est 9:11-14 RV1960)

Porque Ester mando a colgar otra vez a los hijos de Aman?

Para descifrar el enigma, la identificación del año es significativo, pues ese 16 de Octubre fueron ahorcados en la ciudad de Nuremberg, Alemania, diez jerarcas nazis, responsables del Holocausto Judío. Inicialmente, el número de condenados era once, pero uno de ellos se suicidó horas antes, de manera que solo diez subieron al cadalso. El séptimo en hacerlo fue un acérrimo antisemita llamado Julious Streicher, quien, mientras le ponían la soga al cuello, y como últimas palabras, inusitadamente gritó: ¡Fiesta Purim 1946! Así, 2400 años más tarde fue develada la enigmática solicitud de Ester (Est_9:13), y la orden del Rey (Est_9:14), cumplida! Y así se entiende ya porque Ester pidió por segunda vez que colgaran a los hijos de Aman. Gloria a Dios, es sencillamente maravilloso!

domingo, 1 de septiembre de 2019

ESTUDIO DE 1 JUAN 5:6-8 Y LA CONTROVERSIA GNÓSTICA


1 Juan 5:6-8
EL AGUA Y LA SANGRE
“Este es el Que vino por medio de agua y sangre -Jesucristo. No fue sólo por agua por lo que vino, sino por agua y por sangre. Y es el Espíritu el Que testifica de esto; porque el Espíritu es la verdad; porque hay tres que testifican, el Espíritu y el agua y la sangre, y los tres concuerdan como uno solo”.
Al principio de su comentario sobre este pasaje Plummer dice: " Este es uno de los pasajes más alucinantes de la epístola, y uno de los más complicados del Nuevo Testamento.» Sin duda, si conociéramos las circunstancias en que Juan estaba escribiendo, y tuviéramos un conocimiento completo de las herejías de las que estaba defendiendo a su pueblo, el sentido aparecería más claro; pero, tal como están las cosas, no podemos hacer más que suponer. Sí sabemos bastante, sin embargo, del trasfondo, para estar razonablemente seguros de que podemos llegar al sentido de las palabras características de este pasaje de Juan.
Está claro que las palabras agua y sangre en relación con Jesús tenían para Juan un significado especialmente, místico y simbólico. En su historia de la Cruz hay un curioso par de versículos:
«Uno de los soldados Le atravesó el costado con la lanza, e inmediatamente salieron sangre y agua. Y el que da testimonio de esto lo vio, y lo que dice es cierto; y él sabe que está diciendo la verdad para que vosotros también creáis» (Jua_19:34 ).
Está claro que Juan adscribe una importancia particular a ese incidente, y lo garantiza con un certificado de evidencia muy especial. Para él las palabras agua y sangre en relación con Jesús comunicaban una parte esencial del Evangelio.
El primer versículo del pasaje se expresa oscuramente: «Este es el Que vino por medio de agua y sangre -Jesucristo.» El sentido es que Este es el Que entró en Su mesiazgo, o Se mostró que era el Cristo, mediante agua y sangre.
En relación con Jesús, agua y sangre no pueden referirse nada más que a dos acontecimientos de Su vida. El agua debe referirse a Su Bautismo. La sangre, a Su Cruz. Juan está diciendo que el Bautismo y la Cruz de Jesús son ambos partes esenciales de Su mesiazgo. Pasa a decir que no fue sólo por agua por lo que Él vino, sino por agua y por sangre. Está claro que algunos decían que Jesús vino por agua, pero no por sangre; en otras palabras: que Su Bautismo era una parte esencial de Su mesiazgo, pero no Su Cruz. Esto es lo que nos da la clave del trasfondo de este pasaje.
Ya hemos visto una y otra vez que tras esta carta se trasluce la herejía del gnosticismo. Y también hemos visto que los gnósticos, creyendo que el espíritu era totalmente bueno y la materia totalmente mala, negaban que Dios viniera en la carne. Así es que tenían la creencia -de la que nos habla Ireneo en relación con el nombre de Cerinto, uno de sus principales representantes y contemporáneo de Juan- de que el Cristo divino había descendido en el Bautismo sobre el hombre Jesús en forma de paloma; Jesús, asociado como si dijéramos con el Cristo que había descendido sobre Él, trajo a los hombres el mensaje del Dios que era un desconocido hasta entonces, y vivió en perfecta virtud; pero en Getsemaní el Cristo divino Se apartó del hombre Jesús y volvió a Su gloria, y fue solamente el hombre Jesús el que fue crucificado en el Calvario y después resucitó. Podríamos decir más sencillamente que Cerinto enseñaba que Jesús llegó a ser divino en Su Bautismo, pero que esa divinidad Le dejó antes de la Cruz, y que murió como un hombre y nada más.
Está claro que tal enseñanza despoja la vida y la muerte de Jesús de todo su valor para nosotros. Tratando de proteger a Dios del contacto con el dolor humano, Le excluye de la obra de la redención.
Lo que Juan está diciendo es que la Cruz es una parte esencial del significado de Jesús, y que Dios estuvo presente en la muerte de Jesús exactamente lo mismo que lo estuvo en toda Su vida.




EL TRIPLE TESTIMONIO
1Jn_5:6-8 (conclusión)
Juan pasa a hablar del triple testimonio.

Está el testimonio del Espíritu. En este punto Juan está pensando en tres cosas. (I) El relato del Nuevo Testamento es claro en que en el Bautismo de Jesús el Espíritu descendió sobre Él de una manera muy especial (Mar_1:9-11 ; Mat_3:16 s; Luc_3:21 s; Hch_10:38 ; Jua_1:32-34 ). (II) El Nuevo Testamento es igualmente claro en que, mientras que Juan vino a bautizar con agua, Jesús vino a bautizar con el Espíritu (Mar_1:8 ; Mat_3:11 ; Luc_3:16 ; Hch_1:5 ; Hch_2:33 ). Vino para traer a los hombres el Espíritu con una plenitud y poder desconocidos hasta entonces. (III) La historia de la Iglesia Original es la prueba de que esta no fue una vana pretensión. Empezó en Pentecostés (Hch_2:4 ), y se repitió una y otra vez en la historia y experiencia de la Iglesia (Hch_8:17 ; Hch_10:44 ). Jesús tenía el Espíritu, y podía dar el Espíritu a los hombres; y la continua evidencia del Espíritu en la Iglesia era -y es- un testimonio incontestable del continuo poder de Jesucristo.

Está el testimonio del agua. En el Bautismo de Jesús hubo el testimonio del Espíritu descendiendo sobre Él. Fue precisamente ese acontecimiento lo que le reveló a Juan el Bautista Quién era Jesús. Lo que Juan quiere subrayar es que ese testimonio se mantenía en la Iglesia Original en el Bautismo cristiano. Debemos recordar que en los orígenes de la historia de la Iglesia el Bautismo era de adultos, ya que se trataba de hombres y mujeres que ingresaban en la Iglesia mediante confesión de fe, porque venían directamente del paganismo, y empezaban una vida totalmente nueva. En el Bautismo cristiano ocurrían cosas. La persona era sumergida en el agua, y moría con Cristo; y surgía del agua resucitada con Cristo a una nueva vida. Por tanto, el Bautismo cristiano era un testimonio del poder continuo de Jesucristo. Era un testimonio de que Él seguía estando vivo, y de que Él era sin duda divino.
Está el testimonio de la sangre. La sangre era la vida. En cualquier sacrificio, la sangre se consagraba a Dios y sólo a Él. La muerte de Cristo fue el perfecto Sacrificio; en la Cruz derramó Su sangre en sacrificio a Dios. La experiencia de los hombres era que el sacrificio era eficaz y los redimía y reconciliaba con Dios dándoles la paz con Dios. Continua y regularmente se observaba -y se observa- la Cena, la Eucaristía. En ella se representa plenamente el sacrificio de Cristo; y en ella se da a las personas la oportunidad, no sólo de darle gracias a Cristo por Su Sacrificio, hecho una vez por todas, sino también de apropiarse los beneficios y de recibir Su poder sanador. Eso sucedía en el tiempo de Juan. A la Mesa del Señor los creyentes se encontraban con Cristo y experimentaban Su perdón y la paz con Dios que Él traía. Y seguimos teniendo esa experiencia; y por tanto la fiesta es un testimonio continuo del poder reconciliador del Sacrificio de Jesucristo.

El Espíritu y el agua y la sangre se combinan para mostrar como el perfecto Mesías, el perfecto Hijo de Dios y el perfecto Salvador a este Hombre Jesús en Quien Dios Se nos ha manifestado. El don continuado del Espíritu, la continuada muerte y resurrección del Bautismo, la continuada disponibilidad del Sacrificio de la Cruz a la Mesa del Señor siguen siendo los testigos de Jesucristo.

Nota sobre 1Jn_5:7

En la versión Reina-Valera hay un versículo que hemos omitido. Dice: «Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.»
Las versiones modernas no incluyen este texto. Véase la nota de la versión Bóver-Cantera o la nota de la Biblia de Estudio Macarthur. Es seguro que no formaba parte del texto original.
Los Hechos son los siguientes. Primero, que no aparece en ninguno de los manuscritos griegos anteriores al siglo XIV. Los manuscritos clave pertenecen a los siglos III y IV, y este versículo no aparece en ninguno de ellos. Ninguno de los primeros padres de la Iglesia dio señales de conocerlo. La versión original de la Vulgata de Jerónimo no lo incluye. La primera persona que lo cita es el hereje español Prisciliano, que murió en el año 385 d C. Después se fue introduciendo gradualmente en el texto latino del Nuevo Testamento, aunque, como hemos visto, no aparece en los manuscritos griegos.
Entonces, ¿cómo llegó a formar parte del texto? En su origen debe de haber sido una glosa o comentario que un copista añadió al margen, y el siguiente pensó que estaba allí porque se había omitido involuntariamente. Como parecía ofrecer una buena base para la doctrina de la Trinidad, con el tiempo llegó a ser aceptado por los teólogos como parte del texto, especialmente en aquellos días tempranos de la investigación bíblica anterior al descubrimiento de los grandes manuscritos.

Pero, ¿cómo se mantuvo y llegó a formar parte de la ReinaValera y otras traducciones clásicas como la Autorizada inglesa? El primer texto del Nuevo Testamento griego que se publicó fue el de Erasmo, en 1514, aunque el de la Biblia Políglota Complutense del cardenal Cisneros se imprimió antes, pero no salió al público hasta después. Erasmo fue un gran erudito; y, sabiendo que este versículo no formaba parte del texto original, no lo incluyó en su primera edición. Pero para entonces, sin embargo, los teólogos ya estaban usándolo. Se había incluido, por ejemplo, en la Vulgata Latina de 1514. A Erasmo se le criticó por omitirlo. Su respuesta fue que si se le mostraba algún manuscrito griego que lo incluyera, lo imprimiría en la edición siguiente. Alguien le mostró un texto muy tardío y deficiente en el que el versículo aparecía en griego; y Erasmo, fiel a su palabra pero muy en contra de su juicio y voluntad, imprimió el versículo en su edición de 1522.
El paso siguiente fue que en 1550 Stephanus imprimió su gran edición del Nuevo Testamento griego. Esta edición de Stephanus se llamó, mejor dicho, él mismo le dio el nombre de Textus receptus, texto tradicional, que fue la base de la Biblia del Oso y de tantas otras traducciones clásicas y del texto griego durante siglos. Así es como este versículo llegó a la Reina-Valera. Por supuesto que no hay nada en él que esté mal, pero la investigación moderna ha dejado bien claro que Juan no fue el que lo escribió, y que es un comentario muy posterior y una añadidura a sus palabras. Y por eso la mayor parte de las traducciones modernas lo omiten.

BIBLIOGRAFIA:

William Barclay comentario completo a Nuevo Testamento.

William Barclay fue pastor de la Iglesia de Escocia y profesor de N.T. en la Universidad de Glasgow. Es conocido y apreciado internacionalmente como maestro en el arte de la exposición bíblica. Entre sus más de sesenta obras la que ha alcanzado mayor difusión y reconocimiento en muchos países y lenguas es, sin duda, el Comentario al Nuevo Testamento,

miércoles, 14 de agosto de 2019

ESTUDIO DE MATEO 19:16-17 "EL MAESTRO BUENO"

Hola queridos amigos, aquí les traigo un pequeño estudio sobre el capítulo de Mateo 19:16-17 en el cual muchos piensan que la traducción de Reina Valera 1960 es inferior a la traducción por ejemplo de la TLA, sin más avancemos en el estudio!


Mateo 19:16-17 Traducción Lenguaje Actual (TLA)
16 Un joven vino a ver a Jesús y le preguntó:
—Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?
17 Jesús le contestó:
—¿Por qué me preguntas qué cosa es buena? Sólo Dios es bueno. Si quieres vivir de verdad, obedece los mandamientos.

Mateo 19:16-17 Reina Valera 1960 (RV1960)
16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.

Lo que argumentan es: Jesús, ¿no es bueno?, ¿No es Dios? Entonces, ¿Por qué Jesús le va a decir que no le diga que Él es bueno? Entonces, aquí la TLA tiene mejor traducción que la RV 1960 y este mismo verso fue revisado por la RVC y concuerda con la TLA.




Ahora veamos otras traducciones:

“En esto se le acercó uno y le dijo: «Maestro*, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?» Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno*. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»”
(Mat 19:16-17 NBJ)

“De pronto vino uno y le dijo: «Maestro, ¿qué de bueno debo hacer para obtener la vida eterna?» Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo “bueno”? Uno solo es bueno. Pero si quieres entrar en la vida, practica los mandamientos.»”
(Mat 19:16-17 RVC)

Veamos en los evangelios sinópticos también el mismo relato:

“Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.”
(Mar 10:17-19 RV1960)

“Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.”
(Luc 18:18-20 RV1960)



Ahora veamos los más importantes comentarios tanto católicos como protestantes referentes a los versículos en discusión:

Macarthur J.: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Jesús no estaba negando su propia deidad, sino enseñando a aquel joven que todos a excepción de Dios son pecadores. El defecto espiritual más serio de este joven era su rechazo a confesar su propia bancarrota espiritual.

Comentario Beacon: El hombre le dijo a Jesús: Maestro [[“Bueno” está omitido en el texto griego más antiguo.]] ¿qué bien haré para tener la vida eterna? (Mat_19:16). Era una pregunta noble y revelaba hambre por una relación más profunda con Dios.

Comentario Biblia Textual IV: aunque la palabra bueno está ausente de algunos manuscritos antiguos como son א, B, D, está presente en C y W (testigos del siglo V), Koridethi y St. Gall (siglo IX) y otros. Algunos eruditos piensan que los copistas, armonizando el pasaje, introdujeron esta palabra de los paralelos (Mar_10:17-18 y Luc_18:18-19). Sin embargo, la IV edición de la BTX se aparta del NTG registrando la traducción correspondiente para el vocablo griego agathos en ambos versículo, puesto que no hay motivo aparente para que no pudieran estar. En este caso, si faltan en א, B, D es por omisión en el trabajo de copiado de los escribas. (comparte la opinión del Textus Receptus!)

Agustín, de consensu evangelistarum, 2,63: Pudiera alguno creer que hay alguna diferencia entre las palabras de San Mateo: "¿Por qué me preguntas de bien?" y las que ponen San Lucas y San Marcos (Mar_10:18; Luc_18:19): "¿Por qué me dices bueno?". Las palabras: "¿Por qué me preguntas de bien?" parece que se refieren más bien a la pregunta del joven: "¿Qué bien haré?" Esta última frase contiene a la vez la palabra "bien" y la pregunta, mientras que en las otras: "Maestro bueno" no hay pregunta. Se comprenden perfectamente los dos pasajes: "¿Por qué a mí me llamáis el bien?" y "¿Por qué me preguntas del bien?" dicen una misma cosa.

Jerónimo: Como el joven había llamado bueno al Maestro y no había confesado a Dios o al Hijo de Dios, dijo el Señor que cualquier hombre santo no es bueno en comparación de Dios, de quien se dice: "Alabad al Señor porque es bueno" (Sal_117:1). Y por eso dice El: "Sólo uno es bueno, que es Dios" y a fin de que nadie piense que por estas palabras queda excluido de la bondad el Hijo de Dios. Leemos en otro lugar: "El buen pastor da su vida por sus ovejas" (Jua_10:11).

MacDonald: Nuestro Señor lo sondeó acerca de estas dos cuestiones. Al preguntarle, ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios, Jesús no estaba negando Su propia deidad, estaba dándole a aquel hombre la oportunidad de decir: «Por eso te llamo bueno: Tú eres Dios».

Comentario Serafin A.: En el camino un hombre se acerca a Jesús, como otros hicieron antes que él. Su pregunta no se refiere a lo que debe hacer para seguir al Maestro ni a las condiciones que le serán impuestas, sino al fin perseguido con este seguimiento, que es la vida eterna. Nuestro hombre conoce el fin, pero pregunta por el camino. A este camino tiene que conducir algo bueno. La bondad de la vida humana aquí en la tierra, y de la vida eterna (donada por Dios) allí en el cielo, se corresponden mutuamente. Además el que pregunta sabe que se tiene que hacer algo. El don de Dios no se logrará con independencia del esfuerzo del hombre, aunque nunca se puede merecer en el sentido propio. Ya es muchísimo saber estas dos cosas y poder preguntar tan atinadamente. La respuesta en primer lugar, y sin atenerse a la pregunta estricta, se refiere al concepto de lo «bueno». La respuesta sólo llega a ser plenamente inteligible con e] texto de san Marcos, en el que el joven rico había dado a Jesús el tratamiento de «Maestro bueno», y Jesús le había contestado: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino uno, Dios» (Mar_10:18).

Wayne Partain y Bill H. Reeves: Jesús no quería decir que no se debe llamar “bueno” a ningún hombre, porque en la Biblia algunos son llamados buenos (p. ej., Bernabé, Hch_11:24). En sentido absoluto “ninguno hay bueno sino uno: Dios”, pero Jesucristo, siendo Dios, sí era bueno. Era digno de que el joven le llamara bueno, pero la pregunta fue “¿por qué me llamas bueno?” ¿Simplemente como cualquier otro maestro bueno? Probablemente, pues, Cristo quería “elevar las ideas del joven en cuanto a su persona” (JFB).

Comentario William Barclay: Aquí tenemos una de las historias más conocidas y apreciadas del Evangelio. Una de las cosas más interesantes acerca de ella es la manera que la mayor parte de nosotros, inconscientemente, reunimos diferentes detalles tomados de los diferentes evangelios para tener el cuadro completo. Por lo general la llamamos la Historia del Joven Rico, o del Joven Gobernante.
Todos los evangelios nos dicen que este hombre era rico, porque ese es el detalle característico de la historia; pero solo Mateo dice que fuera joven (Mat_19:20; Mat_19:22 ); y sólo Lucas dice que fuera un gobernador (Luc_18:18 ). Es interesante comprobar que, inconscientemente, nos hemos hecho una escena compuesta con elementos tomados de los tres evangelios (Mat_19:16-22 ; Mar_10:17-22 ; Luc_18:18-23 ).
Hay otro detalle interesante en esta historia. Mateo altera la pregunta que el hombre Le hizo a Jesús. Tanto Marcos como Lucas dicen que la pregunta fue: " ¿Por qué Me llamas bueno? No hay nadie que sea bueno más que Dios» (Mar_10:18 ; Luc_18:19 ). Mateo dice: «¿Por qué Me preguntas acerca de lo bueno? -le dijo Jesús-. No hay más que Uno que es bueno» (Mat_19:17 ). (La versión Reina-Valera comete aquí un error, aunque en la edición del '95 lo corrige en una nota, como otras versiones modernas). El de Mateo es el último de los tres primeros evangelios, y su respeto a Jesús es tal que no puede soportar presentar a Jesús haciendo la pregunta: "¿Por qué Me llamas bueno?» Eso casi le sonaba como si Jesús rechazara que se Le llamara bueno, así que lo cambió por: "¿Por qué Me preguntas acerca de lo bueno?» a fin de evitar la posible irreverencia.

REVISION DIRECTA TEXTOS RECEPTUS Y OTROS MANUSCRITOS:

και ιδου εις προσελθων ειπεν αυτω διδασκαλε αγαθε τι αγαθον ποιησω ινα εχω ζωην αιωνιον ο δε ειπεν αυτω τι με λεγεις αγαθον ουδεις αγαθος ει μη εις ο θεος ει δε θελεις εισελθειν εις την ζωην τηρησον τας εντολας
(Mat 19:16-17 Greek NT TR)


Subrayé la palabra griega ágate porque en los manuscritos del TR como lo vemos claramente aparece. (Esto en acotación del comentario de Beacon y Biblia Textual)
Para más información tenemos los datos Filológicos de Strong:
Número Strong: G18
Lexema: ἀγαθός
Transliteración: agathós
Significado: palabra prim., «bueno» (en cualquier sentido, a menudo como sustantivo): favor, bien, bueno, buenas cosas.
Categoría gramatical: Adjetivo
Apariciones en Textos Críticos: 102 {NA27}; 102 {Byz}; 101 {SBL}; 102 {Tisch}; 101 {WH}; 101 {Treg}; 102 {N1904}; 102 {OGNT}
Apariciones en la LXX: 548

Καὶ ἰδοὺ εἷς προσελθὼν ⸂αὐτῷ εἶπεν⸃· ⸀Διδάσκαλε, τί ἀγαθὸν ποιήσω ἵνα ⸀σχῶ ζωὴν αἰώνιον; ὁ δὲ εἶπεν αὐτῷ· Τί με ⸂ἐρωτᾷς περὶ τοῦ ἀγαθοῦ; εἷς ἐστιν ὁ ἀγαθός⸃· εἰ δὲ θέλεις ⸂εἰς τὴν ζωὴν εἰσελθεῖν⸃, ⸀τήρησον τὰς ἐντολάς.
(Mat 19:16-17 SBLGNT)

Fijémonos en las diferencias dentro de los manuscritos que NO son TR (principalmente en el versículo 17):

ἐρωτᾷς περὶ τοῦ ἀγαθοῦ; εἷς ἐστιν ὁ ἀγαθός WH Treg NA28 ] λέγεις ἀγαθόν; Οὐδεὶς ἀγαθός εἰ μὴ εἷς ὁ θεός RP
• εἰς τὴν ζωὴν εἰσελθεῖν WH Treg NA28 ] εἰσελθεῖν εἰς τὴν ζωήν RP
• τήρησον NA28 RP ] τήρει WH Treg

         Podemos concluir que entre los manuscritos del aparato crítico hay divergencias entre sí, mientras que en el TR tenemos el problema con el “bueno” (agate). Como esclarecer la verdad?
Leyendo el griego directamente, podríamos decir que claramente el joven rico pregunta sobre qué hacer para tener la vida eterna, y que aunque podemos o no incluir después del Maestro la palabra agate (bueno) dependiendo del manuscrito que tengamos eso no cambiaría la pregunta del joven.
En lo que respecta el segundo versículo vemos que la respuesta de Jesús mejor posicionada y traducida del griego seria esta “¿Por qué me preguntas acerca de lo “bueno”? Uno solo es bueno. Pero si quieres entrar en la vida, practica los mandamientos.».
Mediante esta respuesta, Jesús estaría diciendo que ninguna cosas ni ningún hombre  tiene comparación con lo infinitamente bueno que pueda ser Dios.

En los comentarios vemos la riqueza de los estudiosos de la Biblia, que tanto defienden la deidad de Jesús, tomando la lectura como en la RV60, como la forma de responder de Jesús dado que hubiera sido así realmente. Ahora si Jesús respondió como en la conclusión, los comentarios de Beacon y Barclay merecen especial atención…

En la comparación de las traducciones bíblicas TLA y RV60, hay que reconocer que tanto una como otra traducción presentan debilidades en este versículo, la TLA en su intento de mejorar y hacer entendible su traducción modifica la respuesta de Jesús y la pregunta del joven rico, aun dejando el fondo tanto de la pregunta como de la respuesta integro. La RV60 dada las críticas a en este versículo, aceptó el error y, posteriormente en sus nuevas traducciones RV95 y RVC corrigió su traducción dejándolo de la siguiente manera:

Mat 19:16 De pronto vino uno y le dijo: «Maestro, ¿qué de bueno debo hacer para obtener la vida eterna?»
Mat 19:17 Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo “bueno”? Uno solo es bueno. Pero si quieres entrar en la vida, practica los mandamientos.» dejando una muchísima mejor traducción, apegada a nuestro querido Textus Receptus.

Bibliografia: 
Textus Receptus
SBGLNT
Biblia RV60, 95 Y RVC
Biblia TLA y NJ.
Comentarios Bíblicos.

Edwing Piñango 31/07/2019 Caracas, Venezuela.