ESTUDIO DE
JOSUE Y EL PROCESO DE CONQUISTA DE LA TIERRA PROMETIDA
(1ª PARTE)
Nombre del libro: Josué
Escritor o escritores: Josué y probablemente un secretario
o asistente que culmino el libro.
Dónde se escribió: Canaán
Cuándo se completó
(a.E.C.): c 1405
– 1385
Tiempo abarcado
(a.E.C.):
1473-c. 1450
RESUMEN DE JOSUE
El Libro de Josué es uno de los documentos más importantes en
el Antiguo Testamento. La rápida conquista de la Tierra Prometida, y el
asentamiento real de los israelitas en ella, proporcionan un sorprendente
acierto de las predicciones Divinas para Abraham y los patriarcas sucesivos; y
al mismo tiempo contiene el testimonio más inequívoco y amplio de la
autenticidad de este libro sagrado. Varios de los acontecimientos narrados en
él se confirman de una manera muy extraordinaria, por las tradiciones actuales
entre las naciones paganas, y preservadas por antiguos historiadores profanos
de carácter indudable.
Por lo tanto, todavía hay monumentos que demuestran que los
cartagineses eran una colonia de sirios que escaparon de Josué; como también
que los habitantes de Leptis, en África, vinieron originalmente de los
sidonios, que abandonaron su país a causa de las calamidades con las que fue
abrumado. Procopio cuenta que los fenicios huyeron antes que los hebreos a África
y se dispersaron hasta las columnas de Hércules; y agrega: "En Numidia,
donde ahora se encuentra la ciudad de Tigisis (Tánger), han erigido dos
columnas, en las cuales, en caracteres fenicios, está la siguiente inscripción:
Somos los fenicios que huimos del rostro de Jesús (Josué) el hijo de Naue
(Nun)."
TITULO
En el texto masorético lleva el título de Yehoshua, que la
versión de los LXX conserva, adoptando, sin embargo, la forma nominal más reciente
de Yesua (Neh 8:17). Jerónimo reproduce
el encabezamiento hebraico y griego del libro al escribir: “Josué Bennun, id
est lesus Nave.”
En el canon judío el libro de Josué ocupa el primer lugar
entre los de la segunda clase, llamada “Profetas anteriores,” e inicia en el
canon eclesiástico la serie de los libros históricos del Antiguo Testamento.
Este lugar destacado en el canon se ha mantenido constantemente a través de los
siglos y en todos los manuscritos por razón del prestigio que alcanzó Josué
entre los hebreos por estar íntimamente unido a Moisés, del cual fue asiduo
colaborador y fiel ministro (mesharet) en vida (Ex 17:8-16; 24:13; 33:11; Núm
14:30-38) e inmediato sucesor suyo al morir sobre el monte Nebo, en los
umbrales de la tierra prometida.
TEXTO
El libro de Josué fue escrito originariamente en hebreo. Al
cotejar el texto hebraico con el texto griego de los LXX se encuentran
diferencias sensibles. De ahí que haya surgido entre los críticos cierta
discrepancia tocante a la valoración de ambos textos. Unos se declaran
abiertamente en favor del texto griego (Humme-lauer, Clamer, Schulz), otros por
el hebraico (Noth, Dillmann, Cales). La posición más aceptable es la de
aquellos que rehuyen los apasionamientos y proceden en cada caso de un modo
ecléctico, de conformidad con las reglas de crítica textual, interna y externa.
El texto griego está muy lejos de presentarse uniforme, y las variantes se
acentúan a propósito de los nombres geográficos. Es tanta a veces la diferencia
entre los diversos códices que A. Rahlfs ha publicado en un cuadro sinóptico los
capítulos 15 y 19 de los códices B, A. Algunos críticos han contribuido
eficazmente a dilucidar los problemas que ofrece el texto griego de Josué.
Después de los estudios de Margolis, los autores más recientes se inclinan por
el texto masorético.
AUTOR Y FECHA
Aunque el autor no es nombrado, el candidato más probable es
Josué, quien era el testigo ocular clave de los acontecimientos registrados
(cp. Jos_18:9; Jos_24:26). Un asistente a quien Josué preparó pudo haber
terminado el libro al incluir comentarios tales como los que tienen que ver con
la muerte de Josué (Jos_24:29-33). Algunos han sugerido que esta sección fue
escrita por el sumo sacerdote Eleazar, o su hijo, Finees. Rahab aún estaba viva
en el tiempo cuando (Jos_6:25) fue escrito. El libro fue terminado antes del
reinado de David (Jos_15:63; cp. 2Sa_5:5-9). El período más probable en el que
se escribió es 1405 – 1385 a.C.
Sin Embargo hay otra teoría, muy popular entre el circulo
teológico liberal, que el título del libro y el texto de Eccli 46:1 “Josué,
hijo de Nun, sucesor de Moisés en la dignidad profética” dieron ocasión de
atribuir a Josué el libro que lleva su nombre. Por lo que deducen que el título
se refiere al contenido del mismo, no a su autor. “El mencionado texto de Eccli
46:1 dice solamente que Josué sucedió a Moisés en la misión profética” (Ex
24:13; 33:11; Núm 11:28; Jos 1:1). Igualmente argumentan que una antigua
tradición talmúdica (Baba Bathra 140), según la cual “Josué escribió su libro y
los últimos ocho versos de la Ley,” tuvo poco eco en la tradición cristiana
primitiva, rechazándola Teodoreto, el seudo Atanasio, y San Jerónimo. “La
sentencia de que Josué escribió su libro es rechazada unánimemente por los
autores modernos, y los argumentos aducidos en su favor carecen de sólido
fundamento”. Para los liberales la mayoría de los personajes bíblicos no
existen…
A falta de argumentos externos que decidan la cuestión de
autor, vale la pena recurrir a argumentos de índole interna. Del examen del
libro aparece que en su redacción actual se refieren hechos sucedidos después
de la muerte de Josué (15:13-19; 19:47; 13:30). La observación de 4:14: Y éstos
(los israelitas) le respetaron como habían respetado a Moisés todos los días de
su vida, y la frase tantas veces repetida: hasta el día de hoy, sugieren que
hubo un intervalo de tiempo entre los hechos que se refieren y su redacción por
escrito. Decisivo es el siguiente testimonio de 24:31: Israel sirvió a Yahvé
durante toda la vida de Josué y durante toda la vida de los ancianos que le
sobrevivieron y conocían cuanto había hecho Yahvé en favor de Israel. Pero una
vez más, infiero que un ayudante o asistente ayudó a Josué a terminar el libro.
Cada pueblo conserva tenazmente los hechos más salientes de
su historia nacional, que se recuerdan y comentan con orgullo. Aparte de la
inspiración de los poetas y profetas, que los exaltan y revisten con detalles
pintorescos, existe la consignación desapasionada de los mismos encaminada a
servir de lección y estímulo para las generaciones posteriores. No puede
determinarse el tiempo preciso en que las tradiciones orales se fijaron por
escrito. Algunos quieren que parte del libro fue escrita antes de Salomón
(16:10, comparado con 1 Re 9:16) y aun antes de David (15:63, comparado con 2
Sam 5:6-8).
En el exilio, Israel se reconcentró en sí mismo y reflexionó
acerca de las causas que lo motivaron. Un examen filosófico-teológico de la
historia demostraría a Israel que era él mismo el que se había ganado su ruina
a causa de su infidelidad al Pacto de la alianza. El libro de Josué es un
capítulo de esta historia, en la cual se prueba que Dios cumplió todas sus
promesas hechas a los patriarcas (Gen 12:7) de dar a su descendencia la tierra
de Canaán, venciendo a todos los pueblos que en ella habitaban (24:18). Para el
autor sagrado, la conquista de Canaán por los israelitas no es un
acontecimiento profano, sino teológico.
CONTEXTO HISTORICO
Cuando Moisés pasó el liderazgo a Josué antes de morir
(Deu_34:1-12), Israel estaba al final de su travesía de un período de cuarenta
años por el desierto ca. 1405 a.C. Josué estaba llegando a los noventa años de
edad cuando se convirtió en el líder de Israel. Él murió a la edad de ciento
diez años (Jos_24:29), habiendo guiado a Israel a sacar a la mayoría de los
cananeos y habiendo dividido la tierra entre las doce tribus. Estando en las
llanuras de Moab, al E del río Jordán y la Tierra Prometida (Gén_12:7;
Gén_15:18-21), los israelitas esperaban la dirección de Dios para conquistar la
Tierra Prometida. Ellos enfrentaron a pueblos en el lado occidental del Jordán
que se habían sumergido tanto en iniquidad que Dios haría que la tierra, por
decirlo así, vomitara a estos habitantes (Lev_18:24-25). Él le daría a Israel
la tierra por conquista, primordialmente para cumplir el pacto que Él le había
dado a Abraham y a sus descendientes, pero también para juzgar justamente a los
habitantes pecaminosos (cp. Gén_15:16). La posesión por mucho tiempo atrás de
diferentes partes de la tierra por parte de varios pueblos se remontaba aún antes
de la época de Abraham (Gén_10:15-19; Gén_12:6; Gén_13:7). Sus habitantes
habían continuado en un declive moral en la adoración de muchos dioses hasta el
tiempo de Josué.
TEMAS HISTÓRICOS Y TEOLÓGICOS
Una característica clave es la fidelidad de Dios en cumplir
su promesa de darle la tierra a los descendientes de Abraham (Gén_12:7;
Gén_15:18-21; Gén_17:8). Por su guía (cp. Jos_5:14 – Jos_6:2), habitaron los
territorios E y O del Jordán, y así la palabra "poseer" aparece casi
veinte veces.
Relacionado a este tema se encuentra el fracaso de Israel al
no llevar su conquista a toda la tierra (Jos_13:1). Jue_1:1-36; Jue_2:1-23 más
tarde describe los resultados trágicos de este pecado. Los versículos clave se
enfocan en: 1) la promesa de Dios de posesión de la tierra (Jos_1:3; Jos_1:6);
2) meditación en la ley de Dios, lo cual era estratégico para su pueblo
(Jos_1:8); y 3) la posesión parcial de la tierra por parte de Israel
(Jos_11:23; Jos_21:45; Jos_22:4).
La distribución específica de distintas porciones en la
tierra era la tarea de Josué, como se registra en los caps. Jos_13:1-33 al
Jos_22:1-34. Se colocaron levitas estratégicamente en cuarenta y ocho ciudades
para que los servicios espirituales de Dios a través de ellos estuvieran
razonablemente dentro del alcance de los israelitas, independientemente del
lugar en el que se encontraran.
Dios quería que su pueblo poseyera la tierra: 1) para guardar
su promesa (Gén_12:7); 2) para preparar los acontecimientos que más tarde se
llevarían a cabo en el plan de su reino (cp. Gén_17:8; Gén_49:8-12), esto es,
colocar a Israel en la posición adecuada durante los períodos de los reyes y
profetas; 3) para castigar a pueblos que eran una afrenta para Él debido a la
pecaminosidad extrema (Lev_18:25); y 4) ser un testimonio para otros pueblos
(Jos_2:9-11), conforme al propósito principal de pacto de Dios alcanzaba a
todas las naciones (Gén_12:1-3).
RETOS DE INTERPRETACIÓN
Los milagros siempre retan a los lectores o a creer que el
Dios quien creó el cielo y la tierra (Gén_1:1) puede hacer otras obras
poderosas también, o para explicarlos de tal manera que les quiten la identidad
milagrosa. Tal como en el día de Moisés, los milagros en este libro fueron
parte del propósito de Dios, tales como: 1) su retención de las aguas del Jordán
(Jos_3:7-17); 2) la caída de los muros de Jericó (Jos_6:1-27); 3) las piedras
de granizo (Jos_10:1-11); y 4) el día largo (Jos_10:12-15).
Otros retos incluyen:
1) ¿cómo se relaciona la bendición de Dios sobre la ramera
Rahab, quien le respondió con fe, con el hecho de que ella mintió
(Jos_2:1-24)?;
2) ¿por qué fueron ejecutados con Acán los miembros de su
familia (Jos_7:1-26)?;
3) ¿por qué fue Hai, con menos hombres que Israel, difícil de
conquistar (Jos_7:1-26; Jos_8:1-35)?;
4) ¿qué quiere decir que Dios envió delante de Israel
"tábanos" (Jos_24:12)? Estas preguntas serán respondidas en el próximo
estudio sobre el libro de Josué.
Biblia Comentada (7 Tomos) Texto de la
Nácar-Colunga.
Autor(es): Profesores de la Universidad Pontificia, de la Facultad Teológica Dominicana de San Esteban y del Seminario
diocesano de Salamanca.
Biblia de Estudio John Macarthur.
Treasury
of Scriptural Knowledge by Canne, Browne, Blayney, Scott, and others, with introduction
by R. A. Torrey.
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