jueves, 9 de agosto de 2018

TEORIAS DEL CENSO DE CIRENIO (QUIRINO) Y LA VERACIDAD HISTÓRICA DEL EVANGELIO DE LUCAS


Leamos los versículos a estudiar:

Luc 2:1-2 (Biblia Stendal)  Y aconteció en aquellos días que salió edicto de parte de Augusto César, que toda la tierra fuese empadronada.  (2)  Este empadronamiento primero fue hecho siendo Cirenio gobernador de Siria.

Antes de los hallazgos arqueológicos de Ramsay, el mundo escéptico atacaba el evangelio de Lucas, acusándolo de no contar los hechos con veracidad históricas, incluso hoy en día, continúan atacándolo, sabiendo que tanto Cirino, como el empadronamiento en si existieron, y ya no hay duda de su veracidad histórica. Ahora el problema está en la fecha del censo, que según F. Josefo esta datado en el año 6 D.C. pero Lucas lo fecha en el nacimiento de Cristo 10 años antes¡ cual es la verdad?

Vamos por el primer punto: la veracidad y autenticidad de los empadronamientos y censos que hacia el Imperio Romano.

“En mi sexto consulado (28 a.C), llevé a cabo, con Marco Agripa como colega el censo del pueblo. Celebré la ceremonia lustral después de que no se hubiera celebrado en 42 años; en ellas fueron censados 4.063.000 ciudadanos romanos. Durante el consulado de Cayo Censorino y Cayo Asinio (8 a.C) llevé a cabo el censo por mí solo, en virtud de mi poder consular, en cuya lustración se contaron 4.233.000 ciudadanos romanos. Hice el censo por tercera vez, en virtud de mi poder consular y teniendo por colega a mi hijo adoptivo Tiberio César, en el consulado de Sexto Pompeyo y Sexto Apuleyo (14 d.C); con ocasión de este censo conté 4.937.000 ciudadanos romanos”.

Augusto. Res Gestae Divi Augusti.



Augusto, en sus Res Gestae, se refiere exclusivamente al empadronamiento de ciudadanos romanos, aquellos que se conocen como censos universales; no obstante otras fuentes hablan de otros censos provinciales, como el que nombra Flavio Josefo que vivió entre el 37 y 101 d.C. Augusto los ordenaba con la finalidad de determinar la riqueza de los territorios bajo su mando. Entre los provinciales queda constancia histórica de un censo realizado en Judea en el 6 d.C. siendo Quirino gobernador de Siria tras el exilio impuesto por el emperador al rey de Judea, Herodes Arquelao, quedando esta zona bajo tutela directa de Roma: “Entretanto Quirino, un senador que ya había ejercido todas las magistraturas y que luego de pasar por todos los grados honrosos obtuvo el consulado, además de haber ejercido otras dignidades, llegó a Siria enviado por César (Augusto), para administrar justicia en esta provincia y hacer el censo de los bienes. Lo acompañaba Coponio, de la orden ecuestre, para que quedara al frente de los judíos con plenos poderes. Quirino pasó a Judea, que había sido anexada a Siria, para llevar a cabo el censo de los bienes y liquidar los de Arquelao. Aunque los judíos al principio no quisieron acceder a la declaración, luego, por consejo del pontífice Joazar, dejaron de oponerse. Aceptando las razones de Joazar, permitieron que se hiciera el censo de los bienes”
(Flavio Josefo Antigüedades Judías. XVIII).

Aquí es donde entra la divergencia y pasamos al punto 2: fue el censo en el año 6 como dice Josefo o diez años atrás? Y porque decimos 10 años atrás en el año -4 Antes de Cristo su nacimiento?

Un monje llamado Dionisio, fue el encargado de elaborar el calendario Gregoriano. El trabajo de Dionisio estaba enfocado a obtener una ampliación de las tablas usadas hasta entonces para el cálculo de la fecha de la Pascua. Como esta fecha depende de los ciclos lunares, se hace necesario calcular el periodo de tiempo en el que un número determinado de meses sinódicos de aproximadamente 29,5 días coinciden con un cierto número de años solares de unos 365,25 días. Dionisio utilizó el más exacto de su época, el ciclo metónico de 19 años. En el prefacio de sus tablas, Dionisio dice haber utilizado cinco de esos ciclos, para obtener las fechas pascuales de un periodo de 95 años. Al trabajar con las tablas pascuales, Dionisio utilizó la datación basada en la Encarnación y no parece haber tenido la intención de que se convirtiera en una nueva base cronológica. Ideó un nuevo sistema de numeración de los años para reemplazar los años dioclecianos, que se usaban en las viejas tablas de Pascua, aparentemente porque no quería continuar la memoria de un dictador que había perseguido a los cristianos.

Es así como, después de tantos estudios comparativos y retrocediendo en el tiempo, este monje fijó la fecha del nacimiento de Jesús en los últimos días del año 753 de la fundación de Roma, afirmando que el 1 de Enero del año 754 sería el primero de la era cristiana: Jesús tendría en ese momento ocho días. El problema surge al datar el reinado de Herodes I, por lo que dedujo que Jesús nació el año 753 a. u. c., desde la fundación de Roma, cuando debió suceder hacia el 748 a. u. c., por lo que podemos inferir que Dionisio se equivocó en unos 4 a 7 años al datar. (También no dejo lugar al año cero, con lo que habría que sumar un año más).


Ya tenemos resuelto el problema del calendario. Sabemos que Cristo nació en el año -4 antes de Cristo (si, lo sé suena paradójico, pero Dionisio se equivocó), ya que en el 748 de la fundación de Roma gobernaba Herodes el grande en Judea. Sigamos pues, con el Censo.

Aunque si bien es cierto que algunos documentos dejan CONSTANCIA HISTÓRICA de ese censo, realizado por Quirino en el año 6 d.C, mientras era gobernador de Siria, es muy posible que se hayan realizado algunos otros censos provinciales, sin haber dejado constancia históricas de los mismos, bien porque decidieron no escribir al respecto o bien porque lo que se escribió al respecto se perdió en una de las tantas guerras y destrucciones Por ejemplo, de Poncio Pilato se afirmaba que no había existido, simplemente porque fuera de la Biblia no se hallaba ningún documento que avalara su existencia, hasta que, durante unas excavaciones en el antiguo teatro de Cesárea, encontraron una losa donde se lee: “Tiberio Poncio Pilato prefecto de Judea”.

Entre lo comunicado por Mateo y Lucas, surge una aparente contradicción, debido al hecho de que según Mateo Jesús nació bajo el reinado de Herodes I en el año 4 a. C., o sea, 10 años antes del censo de Quirino. Se resolvería dicha contradicción de que hubiera un primer censo de Quirino en el -4 A.C.  Una inscripción fragmentaria en latín (Lapis Tiburtinus Cirenio) descubierta en Tivoli se refiere al legado de Siria sin mencionar su nombre. Esta inscripción ha sido interpretada por eminentes eruditos, incluyendo a Mommsen, Ramsay y Deissmann, como una indicación de que Cirenio pudo haber sido gobernador de Siria anteriormente, del -6 al -4 a.C.

Las palabras de Lucas 2:2 parecen indicar también más de una administración en la provincia. El objetivo de la fijación de impuestos e inscripción de Cesar Octavio era mantener sus registros para los propósitos militares. “Es sabido que se hizo un censo en el año -4 y fue durante ese tiempo que habría sido necesario que José fuera a Belén. Dice MacFarland en su gran libro  "Las Diez Objeciones más Comunes al Cristianismo".

Fue Cirenio el autor de ese censo del año -4? William Ramsay nos da la respuesta con sus fabulosos hallazgos arqueológicos. En las inscripciones descubiertas por él, muestran que Quirino (Cirenio) fungió de gobernador de Siria tanto antes como después del nacimiento de Jesús, aunque no de manera fluida, sino con interrupciones. Cirenio tuvo el cargo militar de Gobernador de Siria de forma oficial desde el 12 hasta el 16 D.C.

También debemos acotar, que dadas las dificultades del censo, este pudo haberse efectuado con una duración de casi un año, (expertos hablan de hasta año y medio), especialmente en la conflictiva región de Judea.

Otras teorías igualmente razonables, sería la del experto N. T. Wright, uno de los académicos más reconocidos en la literatura del Nuevo Testamento. El profesor Wright propone que el verso sobre el censo de Quirino podría traducirse de esta otra forma ligeramente diferente: “este censo tuvo lugar antes que Quirino gobernara la Siria”. Así, Lucas se refiere a un censo realizado en tiempos de Herodes, y que afectó a todo el imperio, mientras que Josefo habla de un censo local que solo afectó Siria y Judea. Esto explicaría por qué José tuvo que viajar desde Nazaret a Belén, a pesar de no ser súbdito de Quirino.

También tenemos esta otra, en la que algunos historiadores concluyen que Lucas cometió el error de confundir a QUIRINIUS con QUINTILIUS, el nombre del procurador VARUS, que según todos los datos gobernaba Siria durante el nacimiento de Jesucristo. Pero esta teoría fue refutada cuando los arqueólogos, encontraron una losa romana cuya inscripción indicaba que QUIRINIUS había servido dos veces en Siria. La primera como militar, cuando VARUS era el procurador para asuntos civiles; y la segunda entre los años 6 a.C. y 9 d.C. como procurador. El mismo Lucas nos da un dato revelador para este ajuste de fechas, al indicarnos que el de CIRENIO fue el primer censo cuando “era gobernador”, ya que luego nos hablará de un segundo censo, cuando CIRENIO fue procurador (Hechos 5:37).

CONCLUSIÓN:

A través de los siglos los arqueólogos y eruditos de la Biblia han documentado una y otra vez la precisión con la cual Lucas reportó detalles históricos. En cada caso, donde ha surgido suficiente evidencia arqueológica, se ha vindicado a Lucas como un escritor preciso y meticuloso. Los escépticos y críticos no han podido verificar incluso un simple anacronismo o discrepancia con la cual desacreditar la reclamación de los escritores bíblicos de haber sido guiados por una influencia divina principal.

Ya que fue un historiador muy meticuloso, Lucas demostró su conocimiento de un censo distinto provincial durante el gobierno de Cirenio al comienzo del año 6 d.C. (Hechos 5:37). Teniendo en cuenta este conocimiento, ciertamente él no hubiera confundido este censo con uno que pasó 10 o más años antes. Por ende Lucas declaró que se realizó un censo previo por mandato de Augusto César algún tiempo antes del año 4 a.C. Él señaló su censo anterior al usar la expresión prote egeneto (“primero se realizó”)—que presupone un segundo censo (cf. Nicoll, s.d., 1:471). Cuestionar la autenticidad de esta reclamación simplemente porque no se ha encontrado referencia explícita, es injustificado y prejudicial. Nadie cuestiona la historicidad del segundo censo que Cirenio realizó alrededor de 6/7 d.C., a pesar del hecho que la única autoridad para esto es una sola inscripción en Venecia.

Adicionalmente, las fuentes históricas indican que Augusto favoreció a Cirenio, y que Cirenio estuvo en servicio activo del emperador en las inmediaciones de Siria antes y durante el periodo de tiempo que Jesús nació. Es razonable concluir que Cirenio pudo haber sido nombrado por Augusto para emprender un censo durante este periodo de tiempo, y que su ejecución competente puede haberle hecho acreedor de un nombramiento similar para el censo de 6/7 d.C. (vea Archer, 1982, p. 366). Note también que Lucas no usó el término legatus—el título normal para un gobernador romano. Él usó la forma participial de hegemon que se usaba para un propretor (gobernador senatorial) o procurador (como Poncio Pilato) o Cuestor (comisionado imperial) [McGarvey y Pendleton, s.d., p. 28]. Después de proveer un resumen completo de la información histórica y arqueológica en cuanto a esta pregunta, Finnegan concluyó: “Así que la situación propuesta en Lucas 2:3 parece completamente plausible” (1959, 2:261).

BIBLIOGRAFIA:


"Las Diez Objeciones mas Comunes al Cristianismo" Alex MacFarland.

Nicoll, W. Robertson El Testamento Griego del Expositor [The Expositor’s Greek Testament] (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

Archer, Gleason L. Jr. (1982), Enciclopedia de Dificultades Bíblicas [Encyclopedia of Bible Difficulties] (Grand Rapids, MI: Zondervan).

Finegan, Jack (1959), Luz del Pasado Antiguo [Light From the Ancient Past] (Princeton, NJ: Princeton University Press).

McGarvey, J.W. (1891), Evidencias del Cristianismo [Evidences of Christianity] (Nashville, TN: Gospel Advocate, reimpresión de 1974).

McGarvey, J.W. y Philip Y. Pendleton (sine data), El Evangelio Cuadruplicado [The Fourfold Gospel] (Cincinnati, OH: The Standard Publishing Foundation).

Ramsay, William M. (1897), San Pablo el Viajero y Ciudadano Romano [St. Paul the Traveler and the Roman Citizen] (Grand Rapids, MI: Baker, reimpresión de 1962).

Wright, G. Ernest (1960), Aqueología Bíblica [Biblical Archaeology] (Philadelphia, PA: Westminster).

Biblia Sagradas Escrituras Version Antigua Traducción de Casiodoro de Reina Con Lenguaje Actualizado por Russell Martin Stendal.

Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia. Tomo II Roberto Jamieson, A. R. Fausset y David Brown.

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